En esta vivienda, cambiamos radicalmente lo que hemos estado haciendo en los últimos años y volvemos a atrás en el tiempo.
El proyecto, firmado por Andreas Paul Scherpenbach, pretende absorber recursos de la arquitectura rural, autóctona y esencial.
Huecos pequeños para protegerse del sol, muros gruesos para aprovechar las inercias térmicas, materiales nobles, reutilizados y lo más locales posible consiguen crear una atmósfera sorprendente.
Estamos super orgullosos del resultado conseguido.